De los que callan por no ofender,
De los que ofenden por no callar,
De los que callan por no mentir,
De los que mienten por no faltar,
De los que hieren por no decir,
De los que deben y no se van.
El valor de una respuesta no se mide por su contenido, sino por la ausencia y por lo escondido.
Bendita paciencia.
Bendito el olvido.